*Karen: No! Mi tio Bart fué a uno de esos lugares y jamás regresó.
*Gus: Pero él necesita más ayuda de la que podemos darle.
*Karen: Te dije que algo iba mal y no me escuchaste.
*Doctora Berman: Si me permitis.... ¿Lars es funcional? ¿Va a trabajar, se lava, se viste solo?
*Gus: De momento.
*Dra. Berman: ¿Ha tenido algún episodio violento?
*Karen: Oh, no! No, nunca, es un cielo. Ni siquiera levanta la voz.
*Gus: Vale, hay que arreglarle ¿podrá arreglarle?
*Dra. Berman: No lo sé, Gus. No creo que sea psicótico o esquizofrénico, y no creo que esto sea genético o debido a un problema cerebral.
*Gus: Entonces ¿qué demonios está pasando aquí?
*Dra. Berman: Yo diría que tiene un delirio.
*Gus: ¿un delirio? !Qué demonios hace él con un delirio! !Por el amor de Dios!
*Dra. Berman: Eso es lo que hay que averiguar. Es posible que se haya estado descompensando paulatinamente.
*Karen: Y nosotros no nos hemos dado cuenta...
*Dra. Berman: ¿Ha habido algún cambio en la familia en el último año?
*Gus: No. Todo es casi exactamente igual excepto que Karen está embarazada y Lars está pirado.
*Dra. Berman: Mirad, esto no es necesariamente negativo. Lo que llamamos enfermedad mental no es siempre una enfermedad, puede ser una comunicación, puede ser una forma de resolver algo.
*Gus: Estupendo ¿y cuándo acabará?
*Dra. Berman: Cuando ya no la necesite.
*Karen: ¿Cómo podemos ayudar?
*Dra. Berman: Siguiéndole la corriente
*Karen y Gus a la vez: No, no, por Dios, eso no, no, no, ¿yo fingir que es real? No lo haré, es decir, no puedo.
*Dra. Berman: Ella es real.
*Gus: Bueno...
*Dra. Berman: Sí, está ahi fuera.
*Gus: Ya..ya, ya lo pillo, sí, pero no voy a... no, no voy a hacerlo.
*Dra. Berman: De todos modos no le hareis cambiar de idea. Bianca está aquí por alguna razón.
*Gus: Sí, pero, pero...
*Dra. Berman: No se trata de una opción.
*Karen: Está bien, está bien, de acuerdo, pues lo haremos. Cueste lo que cueste.
*Gus: Oh, sí, sí, ya, pero todo el mundo se reirá de él.
*Dra. Berman: ¿Y tú?
*Gus: (risas entre dientes)"
Definición de Delirio: (Wikipedia)
"Describe una creencia que es falsa, extravagante o derivada de un engaño. Como patología, es distinta de una creencia basada en información falsa o incompleta o de ciertos efectos de la percepción que son llamados, más precisamente, apercepción o ilusión.
El delirio, o idea delirante, debe cumplir varios requisitos:
- ser una idea firmemente sostenida pero con fundamentos lógicos inadecuados.
- ser incorregible con la experiencia o con la demostración de su imposibilidad.
- ser inadecuada para el contexto cultural del sujeto que la sostiene.
Estos requisitos son necesarios porque hay muchas ideas que pueden ser sostenidas con firmeza y convicción más o menos incorregibles por diversas personas (por ejemplo, ideas religiosas o políticas), y sin embargo no constituir delirios: se requiere que el proceso por el que se llega a la convicción sea inadecuado. Típicamente, ante la argumentación de que eso no tiene lógica, el sujeto persiste en su convicción. Dado que no es una convicción habitual, habría que verificar si acaso pertenece a algún grupo que sostenga convicciones similares, pero, aún en este caso, los propios miembros de su grupo podrían haber detectado una alteración de la lógica del pensamiento que considerarían anormal. En ese caso, la idea se considera delirante.
Entendido como mecanismo de defensa frente al derrumbe de la estructura del Yo, los delirios son el último recurso para mantener la identidad. La Psicopatología Clásica los clasifica como:
* Delirios Impositivos. El mecanismo de defensa que se activa lo hace por exaltación, manifestando la persona con su conducta la necesidad de comunicar, compartir y buscar adeptos a su sistema de creencias.
* Delirios Defensivos. El mecanismo de defensa que se activa lo hace por depreciación, manifestando la persona con su conducta la necesidad de alejarse de los otros, buscando protección y ocultarse."
* Delirios Defensivos. El mecanismo de defensa que se activa lo hace por depreciación, manifestando la persona con su conducta la necesidad de alejarse de los otros, buscando protección y ocultarse."
Lo cierto es que esta película aparentemente sencilla de argumento (un hombre que encarga una mujer de plástico y la presenta como su novia), tiene tantos hilos entretejidos que cuanto más profundizo más encuentro.
Me recuerda mucho a la historia de Hans Christian Andersen "El Rey desnudo", donde el delirio es causado por el engaño de unos comerciantes, pero.... es apoyado por el Rey en su afán de destacar, de poseer algo diferente a los demás.
¿Y quién no querría ser diferente a los demás? Ser único es algo que secretamente nos obsesiona. Como individuos nos sentimos que somos alguien, porque perdidos en la masa sólo somos uno más. Y eso es bueno algunas veces y otras, sin embargo, necesitamos de nuestra identidad, nuestra individualidad.
¿Y quién no querría ser diferente a los demás? Ser único es algo que secretamente nos obsesiona. Como individuos nos sentimos que somos alguien, porque perdidos en la masa sólo somos uno más. Y eso es bueno algunas veces y otras, sin embargo, necesitamos de nuestra identidad, nuestra individualidad.
Es curioso como el ser humano fluctúa entre el Ser y no Ser de Shakespeare. Ser único o no serlo, he ahí la cuestión. Cuando formamos parte de un grupo nuestra responsabilidad se diluye (a no ser que seamos el lider del grupo), pero al destacar bajo el foco de la individualidad, somos responsables de nuestros actos y nuestras decisiones, y eso a veces asusta.
Tanto más si lo que enfrentamos está más allá de lo que creemos que podemos afrontar. ¿Qué hacer en un caso así? Hay muchas opciones, tantas como personas, pero en general se echa mano de la cordura o de lo que llamamos locura. Alguien cuerdo tenderá a racionalizar la situación hasta alcanzar una solución lógica, no siempre conseguible, pero al menos estará dentro de lo aceptado, de lo establecido. Una locura, sin embargo, acude a otras fuentes no tan legítimas, y sus soluciones suelen ser claramente divergentes de lo socialmente sostenido.
Y este es otro punto importante a tener en cuenta: lo que la sociedad sostiene como real o correcto. Apartarse de este dogma de fe es caer en las garras de la genialidad o la locura (que van de la mano en muchos casos). En la definición de delirio, el contrapunto para determinar si se trata o no de tal, es el apoyo de una comunidad a esa idea. Lo anormal es delirante, lo normal o aceptado es una genialidad.... ¿dónde está la frontera?
¿Y qué ocurre cuando una comunidad apoya esa idea? Eso sucedía en el cuento de Handersen y en esta película, cuando ese delirio se vuelve real gracias al apoyo de todos, a su aceptación, por lo que pasa a ser algo normal y habitual (de hecho la muñeca pasa a tener vida propia en la comunidad).
Y en este punto yo me pregunto... ¿y no es eso lo que hacemos constantemente desde que el hombre es hombre? Viendo la película de Ágora me choca la argumentación de Hipatia en la que, golpeando el suelo y con absoluto arrobo pregunta ¿y cómo os sentís al pensar que estais ahora mismo pisando el centro del Universo? A lo largo de los siglos las creencias han ido cambiando, desde una tierra plana a una redonda (achatada por los polos, vale), desde ser el centro del Universo a girar alrededor del Sol, y así tantas y tantas creencias que han sido manifestadas, rechazadas, apoyadas, refutadas, demostradas una y mil veces.
Y el punto clave en todo ello es alcanzar la masa crítica: un número suficiente de personas que apoyen esa idea y la tomen como cierta, y eso hace cambiar el paradigma en el que basamos nuestra realidad, y pasa a formar parte de las famosas Leyes que rigen nuestro Universo... es curioso, sin embargo, que nuestras leyes siempre vayan un paso por detrás de la observación, es decir, que nos quedamos cortos para explicar aquello que aún no hemos observado, y que no por ello es inexistente, pero ese es otro tema...
Y volvemos de nuevo a la película y a la habilidad que tiene el protagonista para resolver un problema: su falta de afecto, a través de algo aparentemente externo a él y que él maneja, la muñeca, ya que en un principio sólo él es capaz de hablar con ella y saber lo que quiere. El conflicto nace cuando ese delirio pasa a ser del dominio de todos, y todos pueden hablar a través de la muñeca. Los humanos tenemos la habilidad de poner en boca de los demás aquello que queremos decir: "así que piensas que estoy gorda", "no, cariño, yo no he dicho eso" (este es un ejemplo clásico).
Si le doy una vuelta más de tuerca a esta película, me hace pensar que en realidad todos creamos ilusiones y delirios en los que hacemos partícipes a los demás, de forma voluntaria o involuntaria. Pongamos un ejemplo: ¿y si la muñeca hubiera sido una farsante, una mujer contratada para hacerse pasar por su novia? Al estar dentro de lo establecido (una mujer de carne y hueso), todo el mundo hubiera aceptado a la primera el engaño. Así que al final no depende tanto de lo que contiene el paquete, sino de cómo se presenta.
Y ya por último, ¿qué ocurre si todos somos creadores y participantes inconscientes en los delirios de todos? ¿Y si en realidad vivimos en un enorme y complicado delirio? Somos seres creativos, creamos situaciones, nos recreamos en ellas e invitamos a otras personas a participar, como en un teatro a pie de calle. Si aceptamos, entonces es posible que incluso podamos escribir algunas frases del guión: es un delirio activo y común. Es más difícil cuando participamos en un delirio individual, en el que todos los demás vemos que se ha hecho una idea de la situación y no hay manera de hacerle cambiar de opinión: "yo sé que me engaña", "pero ¿tienes pruebas de ello?", "no, pero lo sé". La convicción es tal que se convierte en nuestra realidad: son las creencias autoproféticas (esto no niega que en algunos casos, la persona engañada sí tenga pruebas, pero a un nivel subconsciente: un olor, un rastro, un cambio de conducta...).
Parecía una simple película, y estoy segura de que aún seguiré dándole vueltas, hay tantas señales....
2 comentarios:
LLegué a este blog buscando referencias sobre la película "Lars y una chica de verdad", y estoy totalmente de acuerdo con tu exposición. Es una delicia y una película que da mucho que pensar.
Después de verla, también me animé a conocer "Tamaño Natural" de Berlanga, pero desde luego el enfoque de Craig Gillespie sobre cómo alguien puede decidirse a compartir su vida con un muñeco de silicona, me gusta mucho más. Enhorabuena por tu entrada!
Muchas gracias Rita, la verdad es que yo también tengo curiosidad por ver la película de Berlanga, pero no he conseguido encontrarla por más que la he buscado.
En esta versión de Gillespie se hace mucho hincapié en su pecualiar manera de entender las relaciones.
Gracias a ti por tu comentario :).
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