Una buena amiga planteaba esta pregunta en la cena, como base para un hilo de opiniones de un foro, y me ha parecido de lo más interesante. Es una de esas preguntas que puede cambiar la forma de vivir.
¿SE PUEDE VIVIR EL AMOR EN DESAPEGO?
"El desapego no es abandono, por el contrario es un acto de amor incondicional: quien ama verdaderamente, deja libre al otro"
A mi me gustaría hacer un paralelismo entre dos procesos que parecen diferentes pero en el fondo son el mismo.
Cuando se tienen hijos y estos son pequeños, estamos constantemente encima de ellos, cuidándoles, atendiéndoles, amándoles de una forma abierta y absoluta. A medida que crecen y van aprendiendo, cada vez nos necesitan menos, crean su propia personalidad, y nuestra atención puede disminuir sin que por ello se sientan menos atendidos. Cuando llega el momento, esa pequeña criatura se convierte en adulta y la relación cambia, se establece más una camaradería, entendiendo además que siempre estamos ahí cuando se nos necesita como padres. Es difícil el punto en el que nos damos cuenta de que ya son personitas independientes y que se puede permanecer en contacto pero llevando cada cual su vida, y que cuando se producen los reencuentros, si la base ha sido sólida, será siempre como si no nos hubieramos separado de ellos.
Para mi una relación de pareja, que creo que es lo que se comenta aquí, es como un bebé, que crece y se desarrolla como cualquier otro. Tiene su fase en la que necesita de constante atención y cuidados, pero si la crianza es buena, si el afecto existe, si se establece un buen vinculo, llega el momento en el que es necesario que cada cual recupere parte de su individualidad y su vida independiente, para no convertir la relación en una criatura mimada, exigente, llorica y dependiente.
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