30 de marzo de 2010

Habilidades sociales (2): El arte del primer beso

Muy bien, intuyes que a esa persona le gustas, o al menos que le caes bien, pero tú te mueres por un beso suyo, ¿cómo saber si esa otra persona quiere? Un beso inoportuno o a destiempo puede echar por la borda toda la buena impresión que tuviera de ti en un principio. Así que hay que ser a la vez cauto y arriesgado, un tira y afloja que hay que saber llevar.

Preparando el terreno

Para que alguien quiera ser besado o besarte, debe sentirse a gusto contigo, así que lo primero es crear un entorno adecuado. Yo te recomendaría un lugar privado, apartado de miradas indiscretas que podrían incomodar a la otra persona, y lo que es peor, las interrupciones inesperadas. Vas a necesitar toda tu concentración y toda su atención para que se produzca el momento adecuado.

El arte de la conversación del que hablaba en una primera entrega, es más importante de lo que parece. Si una persona se siente conectada contigo, si siente que fluye, esto se produce en todos los niveles, lo que puede facilitar el acercamiento. Si la haces reir, se generan endorfinas, y un estado de bienestar, distendido y positivo. Se amable, atento, entusiasta, busca aquellos temas en los que se sienta estimulada.

Ten en cuenta que un beso es un acto íntimo, es compartir el espacio de una persona, su piel, su respiración. Préstale atención, en ese momento nada más debería importarte que esa persona, lo que diga, la expresión de su rostro y de sus manos. Fíjate en aquello que te parezca atractivo, su mirada, su boca, su forma de jugar con el pelo, su sonrisa. Tampoco la mires fijamente, o se sentirá molesta. Se trata de ir despacio, una aproximación gradual, con respeto y delicadeza.

La aproximación

Acortar las distancias es lo que te dará un indicador más claro de si está preparada para ese paso o no, pero ¿cómo acortar distancias sin que parezca que te le echas encima? El baile es una buena forma de estar muy cerca de otra persona, y es el momento de acostumbrarse a su tacto, acariciar sus brazos, la espalda, el cuello, de forma lenta, disimulada, pero consciente. Se dará cuenta siempre que no te dediques a sobarla.

¿Se mantiene esa distancia corta o ella se aparta? Si se aparta es que ese grado de proximidad es demasiado incómodo aún, tienes que ganarte su confianza. Se cree que la seducción es algo relegado al pasado, que pertenece al género de las novelas románticas, pero quien practica este arte tiene muchas más posibilidades de conseguir ese beso que quien no las practica.

Si no consigues bailar con esa persona, hay otras formas, como coger su brazo para preguntar la hora, quitarle algo del pelo, colocar bien un pliegue de la ropa, sentarse en sus rodillas o dejar que se siente en las tuyas, incluso un abrazo un poco más prolongado. Necesita acostumbrarse a tu contacto, a tu proximidad antes de permitirte llegar más allá ("entonces de sexo ni hablamos, ¿no?" jejeje).

Una vez que esa persona está cómoda teniéndote cerca, que ya puedes cogerla del brazo, o de la cintura durante un buen rato, es cuando puedes acercarte un poco más. Ahora se trata de que tu rostro esté cerca del suyo, apoyando tu barbilla en su hombro, o tu mejilla en su mejilla al decirle algo al oído, o de prolongar los besos en las mejillas al saludarla. Asegurate de que tus manos están lejos de cualquier parte que pueda considerarse sexual en esta fase.

El precalentamiento

Si ya consigues esa corta distancia con una sonrisa por su parte, o incluso tímidez en algunos casos, es el momento de preparar el beso. Míra sus ojos y sus labios alternativamente, pero no como si fuera un partido de tenis. Acaricia su mejilla, o su cuello, o su pelo, mientras te mantienes muy cerca de ella. Si al mismo tiempo conversas con ella, y ríes, y ella se ríe, se relaja, y tiene que estar más pendiente de lo que dices que de lo que haces. Puedes susurrarle cosas al oído, como si fueran secretos, y rozar con tus labios el lóbulo de su oreja o el cuello. Puedes hablar cerca de su boca, casi como si fueras a besarla pero sin llegar a hacerlo. Si ella permanece en el mismo sitio y no se aleja, es una buena señal.

El beso

Ha llegado el momento. Los labios húmedos pero no mojados, la aproximación lenta, y el primer contacto con sus labios ha de ser suave, más como una caricia, un roce, que un beso. Observa su reacción, si responde al beso, si al retirarte un poco te sigue, es que quiere más. Si se retira hacia atrás es que no quiere más, es suficiente o simplemente no quiere que la beses. No sigas tus impulsos, sigue las señales. De nada sirve que te lances sobre su boca si ella no lo quiere, simplemente estropearás el momento. Más vale quedarse en este punto y seguir profundizando en conocerla y más adelante puede que haya otra oportunidad.

Si todo va bien, y ella permanece cerca de tu boca, usa besos pequeños, lentos. Puedes besar la comisura de su boca, el labio inferior, el superior, incluso puedes besar su rostro antes de volver a sus labios. Ten paciencia, valdrá la pena.

La pregunta del millón: ¿cuándo puedo dar un paso más y usar la lengua? Cuando ella lo permita, y lo notarás porque entreabre sus labios. No intentes meter la lengua a la fuerza, es de lo más desagradable, alguien explorando tu boca y sin permiso, sólo conseguirás que se aparte. En cuanto ella separe los labios puedes rozarlos con tu lengua, mientras sigues con los besos, puedes incluso mordisquear levemente su labio inferior, o succionarlo un poco, es menos agresivo que la lengua dentro de su boca, y te dará una idea de si vas bien. A partir de aquí, espera a sentir que ella también participa del beso, y entonces podrás besarla de forma apasionada (recuerda: pasión no significa empalar a nadie, ni llenarlo de babas, ni succionar su cara, ni rebañarlo como si fuera el bol del helado).

El final del beso

Terminar bien es casi tan importante como empezar bien. Mientras la estás besando es el momento de acariciarla, pudiendo ser más o menos atrevido en función de como vaya respondiendo ella. Es FUNDAMENTAL estar en todo momento atento a sus reacciones.

Una buena forma de terminar es igual que has empezado, con pequeños y suaves besos, incluso por el cuello, o la cara para mantener la proximidad sin parecer que vas a devorarla allí mismo (!a no ser que ella se lance a tu cuello!). Que la hayas besado una vez no significa que quiera seguir besándote, así que asegúrate antes de volver a hacerlo o te harás pesado.

Aquí te dejo algunos ejemplos muy visuales de lo que NO se debe hacer en un beso, y una imagen vale más que mil palabras (sobretodo cuando el video está en inglés)





Por último, si el beso no funciona, no te preocupes, existe algo llamado química que supera a los mejores besadores, porque un beso es la puerta de entrada, la llave para un encuentro más íntimo, y es un indicador bastante claro de como es vuestra personalidad. Si no hay compatibilidad entre vosotros, el beso se encargará de decirlo.

NOTA: Dejo para otro post los tipos de beso, que también tiene su gracia.

28 de marzo de 2010

Mika's song (Yiruma)

Como ves, he recordado el nombre del compositor, jejeje, y es una excelente recomendación. Dejo aquí esta canción que me resulta conmovedora.



Y en toda búsqueda, encontramos por el camino pequeñas señales que pueden ser el principio de otros caminos, así que te ofrezco esta pieza en complemento a la que me has mostrado:

¿Se puede vivir el amor en desapego?

Una buena amiga planteaba esta pregunta en la cena, como base para un hilo de opiniones de un foro, y me ha parecido de lo más interesante. Es una de esas preguntas que puede cambiar la forma de vivir.

¿SE PUEDE VIVIR EL AMOR EN DESAPEGO?

"El desapego no es abandono, por el contrario es un acto de amor incondicional: quien ama verdaderamente, deja libre al otro"

A mi me gustaría hacer un paralelismo entre dos procesos que parecen diferentes pero en el fondo son el mismo.

Cuando se tienen hijos y estos son pequeños, estamos constantemente encima de ellos, cuidándoles, atendiéndoles, amándoles de una forma abierta y absoluta. A medida que crecen y van aprendiendo, cada vez nos necesitan menos, crean su propia personalidad, y nuestra atención puede disminuir sin que por ello se sientan menos atendidos. Cuando llega el momento, esa pequeña criatura se convierte en adulta y la relación cambia, se establece más una camaradería, entendiendo además que siempre estamos ahí cuando se nos necesita como padres. Es difícil el punto en el que nos damos cuenta de que ya son personitas independientes y que se puede permanecer en contacto pero llevando cada cual su vida, y que cuando se producen los reencuentros, si la base ha sido sólida, será siempre como si no nos hubieramos separado de ellos.

Para mi una relación de pareja, que creo que es lo que se comenta aquí, es como un bebé, que crece y se desarrolla como cualquier otro. Tiene su fase en la que necesita de constante atención y cuidados, pero si la crianza es buena, si el afecto existe, si se establece un buen vinculo, llega el momento en el que es necesario que cada cual recupere parte de su individualidad y su vida independiente, para no convertir la relación en una criatura mimada, exigente, llorica y dependiente.

Habilidades sociales (1): El arte de la conversación

Hay ciertas habilidades que se potencian desde que somos pequeños, sin embargo hay otras que quedan relegadas al campo del ensayo y error. Esta serie de artículos versan sobre estas habilidades, que sin embargo resultan muy útiles y necesarias.

EL ARTE DE LA CONVERSACIÓN

Conversar con alguien no es abrir la boca y decir lo primero que pasa por nuestra mente, no es hablar sin sentido por rellenar un hueco, no es responder con monosílabos. Conversar es un arte, uno que es cultivable.

Cuando se entabla una conversación hay mucho más de lo que se ve a simple vista. Se produce una verdadera conexión entre dos personas y se comparten tanto palabras, como ideas, emociones, impresiones, intuiciones, puntos de vista... Es un constante fluir en ambas direcciones, de tal manera que, después de una buena conversación, uno se siente renovado, enriquecido y estimulado.

Preparándose para conversar

Si un deportista quiere dar lo mejor de sí, y obtener el mayor rendimiento de su capacidad, se prepara antes de un acontecimiento deportivo. Un buen conversador también se prepara.

Podemos imaginar que una conversación es como un ser vivo: nace, crece, se desarrolla hasta su máxima expresión, decae y finalmente muere. Algunas conversaciones ya nacen muertas y sin vida, porque no han tenido una base sobre la que crecer.

¿Cuál sería esa base? Es fundamental sobretodo la actitud. Con un estado de ánimo abierto, la amigabilidad y amabilidad a flor de piel, la apertura y curiosidad por acercarte al mundo interior de otra persona... son elementos básicos para abonar el terreno donde plantemos la semilla.

Los primeros pasos

Como todo bebé necesita de unos cuidados para que crezca de forma saludable, una conversación requiere de un sincero afecto, de un interés genuino para que la conversación parta de un nivel más superficial y llegue a los niveles de profundidad en los que realmente se establecerá un intercambio. Dificilmente se produce una buena conversación entre dos personas que no conecten.

¿Y cómo podemos saber que hemos conectado con alguien? Generalmente se sabe porque se produce como una simbiosis, en la que las afinidades surgen primero: las coincidencias ("pues a mi también me encantan las obras de Shakespeare, y eso es extraño hoy en día"), cuando íbamos a decir exactamente lo que el otro dice en ese momento, cuando los temas fluyen de forma natural, sin esos vacíos en los que uno se pregunta qué más puede decir.

Alimentando al bebé

No sólo de afecto vive nuestra criatura, y una vez que ha quedado establecido que la persona nos resulta interesante, hay que seguir alimentando la conversación. Es importante dejarse llevar, los temas van surgiendo y de un hilo argumental pasamos a otro de forma natural. No es recomendable quedarse en un mismo tema hasta agotarlo, sinó que tomar un camino secundario nos puede llevar a otro campo igualmente atractivo. Conversar nos permite conocer a la otra persona, sentir que se nos escucha, establecer una comunicación a un nivel más profundo, compartir nuestra visión única y especial de la vida...estos factores dan valor a la conversación, es lo que al final nos llevaremos cada uno, y quizá algunos conceptos nuevos e ideas que cambien nuestra forma de ver la vida. 

El declive

Toda conversación tiene una caducidad, es como una relación a corto plazo, y hay que saber detectar cuando se ha llegado al punto en el que hay que preparse para la despedida. Cuando se siente una disminución en el entusiasmo, los temas ya no fluyen sino que alguno se estanca, cuando la persona nos presta menos atención a nosotros y más a lo que sucede a nuestro alrededor, es el momento de dejar que la conversación termine, y concluir de una forma provechosa y saludable para ambos.

Terminar una conversación

Es la parte más delicada de todas, ya que de forma inconsciente los finales nos aterran, son como pequeñas muertes. El final de una conversación debería ser gradual, siempre que ambos sean buenos conversadores, si no, a veces resulta necesario un corte brusco, pero no es lo habitual.

Resulta muy gratificante llegar a la conclusión haciendo una breve evaluación de la experiencia, de cómo nos hemos sentido, de lo que hemos aprendido, de lo que nos ha gustado compartir. Destacamos lo bueno de esta criatura que hemos creado entre ambos y que ahora va a desaparecer dejándonos solo el recuerdo. Y sobretodo, de forma sincera, agradecemos a la otra persona estos momentos de intimidad, de conexión, de fluidez.

Es muy normal sentir a la vez bienestar y un cierto vacío después de una buena conversación con alguien: hemos establecido un vínculo muy próximo durante un periodo de tiempo, y ahora se va a producir la desvinculación, probablemente hasta el próximo encuentro, pero esto nunca está garantizado.

Queda por último integrar lo que hemos compartido, pensar en lo que nos ha sorprendido, revivir las emociones que nos ha despertado la conversación, quedarnos con los puntos clave y honrar el momento vivido.

Por supuesto hay mucho más detrás de una conversación, y éstas son unas breves pinceladas, pero espero que den una idea acerca de este arte.

25 de marzo de 2010

Porque tu compañía es un regalo

Lars y una mujer de verdad (2008)

"*Gus: Karen, te repito que debería estar en un hospital.
*Karen:  No! Mi tio Bart fué a uno de esos lugares y jamás regresó.
*Gus: Pero él necesita más ayuda de la que podemos darle.
*Karen: Te dije que algo iba mal y no me escuchaste.
*Doctora Berman: Si me permitis.... ¿Lars es funcional? ¿Va a trabajar, se lava, se viste solo?
*Gus: De momento.
*Dra. Berman: ¿Ha tenido algún episodio violento?
*Karen: Oh, no! No, nunca, es un cielo. Ni siquiera levanta la voz.
*Gus: Vale, hay que arreglarle ¿podrá arreglarle?
*Dra. Berman: No lo sé, Gus. No creo que sea psicótico o esquizofrénico, y no creo que esto sea genético o debido a un problema cerebral.
*Gus: Entonces ¿qué demonios está pasando aquí?
*Dra. Berman: Yo diría que tiene un delirio.
*Gus: ¿un delirio? !Qué demonios hace él con un delirio! !Por el amor de Dios!
*Dra. Berman: Eso es lo que hay que averiguar. Es posible que se haya estado descompensando paulatinamente.
*Karen: Y nosotros no nos hemos dado cuenta...
*Dra. Berman: ¿Ha habido algún cambio en la familia en el último año?
*Gus: No. Todo es casi exactamente igual excepto que Karen está embarazada y Lars está pirado.
*Dra. Berman: Mirad, esto no es necesariamente negativo. Lo que llamamos enfermedad mental no es siempre una enfermedad, puede ser una comunicación, puede ser una forma de resolver algo.
*Gus: Estupendo ¿y cuándo acabará?
*Dra. Berman: Cuando ya no la necesite.
*Karen: ¿Cómo podemos ayudar?
*Dra. Berman: Siguiéndole la corriente
*Karen y Gus a la vez: No, no, por Dios, eso no, no, no, ¿yo fingir que es real? No lo haré, es decir, no puedo.
*Dra. Berman: Ella es real.
*Gus: Bueno...
*Dra. Berman: Sí, está ahi fuera.
*Gus: Ya..ya, ya lo pillo, sí, pero no voy a... no, no voy a hacerlo.
*Dra. Berman: De todos modos no le hareis cambiar de idea. Bianca está aquí por alguna razón.
*Gus: Sí, pero, pero...
*Dra. Berman: No se trata de una opción.
*Karen: Está bien, está bien, de acuerdo, pues lo haremos. Cueste lo que cueste.
*Gus: Oh, sí, sí, ya, pero todo el mundo se reirá de él.
*Dra. Berman: ¿Y tú?
*Gus: (risas entre dientes)"

Definición de Delirio: (Wikipedia)

 "Describe una creencia que es falsa, extravagante o derivada de un engaño. Como patología, es distinta de una creencia basada en información falsa o incompleta o de ciertos efectos de la percepción que son llamados, más precisamente, apercepción o ilusión.

El delirio, o idea delirante, debe cumplir varios requisitos:
- ser una idea firmemente sostenida pero con fundamentos lógicos inadecuados.
- ser incorregible con la experiencia o con la demostración de su imposibilidad.
- ser inadecuada para el contexto cultural del sujeto que la sostiene.

Estos requisitos son necesarios porque hay muchas ideas que pueden ser sostenidas con firmeza y convicción más o menos incorregibles por diversas personas (por ejemplo, ideas religiosas o políticas), y sin embargo no constituir delirios: se requiere que el proceso por el que se llega a la convicción sea inadecuado. Típicamente, ante la argumentación de que eso no tiene lógica, el sujeto persiste en su convicción. Dado que no es una convicción habitual, habría que verificar si acaso pertenece a algún grupo que sostenga convicciones similares, pero, aún en este caso, los propios miembros de su grupo podrían haber detectado una alteración de la lógica del pensamiento que considerarían anormal. En ese caso, la idea se considera delirante.

Entendido como mecanismo de defensa frente al derrumbe de la estructura del Yo, los delirios son el último recurso para mantener la identidad. La Psicopatología Clásica los clasifica como:
* Delirios Impositivos. El mecanismo de defensa que se activa lo hace por exaltación, manifestando la persona con su conducta la necesidad de comunicar, compartir y buscar adeptos a su sistema de creencias.
* Delirios Defensivos. El mecanismo de defensa que se activa lo hace por depreciación, manifestando la persona con su conducta la necesidad de alejarse de los otros, buscando protección y ocultarse."


 Lo cierto es que esta película aparentemente sencilla de argumento (un hombre que encarga una mujer de plástico y la presenta como su novia), tiene tantos hilos entretejidos que cuanto más profundizo más encuentro.

 Me recuerda mucho a la historia de Hans Christian Andersen "El Rey desnudo", donde el delirio es causado por el engaño de unos comerciantes, pero.... es apoyado por el Rey en su afán de destacar, de poseer algo diferente a los demás.

¿Y quién no querría ser diferente a los demás? Ser único es algo que secretamente nos obsesiona. Como individuos nos sentimos que somos alguien, porque perdidos en la masa sólo somos uno más. Y eso es bueno algunas veces y otras, sin embargo, necesitamos de nuestra identidad, nuestra individualidad.

Es curioso como el ser humano fluctúa entre el Ser y no Ser de Shakespeare. Ser único o no serlo, he ahí la cuestión. Cuando formamos parte de un grupo nuestra responsabilidad se diluye (a no ser que seamos el lider del grupo), pero al destacar bajo el foco de la individualidad, somos responsables de nuestros actos y nuestras decisiones, y eso a veces asusta.

Tanto más si lo que enfrentamos está más allá de lo que creemos que podemos afrontar. ¿Qué hacer en un caso así? Hay muchas opciones, tantas como personas, pero en general se echa mano de la cordura o de lo que llamamos locura. Alguien cuerdo tenderá a racionalizar la situación hasta alcanzar una solución lógica, no siempre conseguible, pero al menos estará dentro de lo aceptado, de lo establecido. Una locura, sin embargo, acude a otras fuentes no tan legítimas, y sus soluciones suelen ser claramente divergentes de lo socialmente sostenido.

Y este es otro punto importante a tener en cuenta: lo que la sociedad sostiene como real o correcto. Apartarse de este dogma de fe es caer en las garras de la genialidad o la locura (que van de la mano en muchos casos). En la definición de delirio, el contrapunto para determinar si se trata o no de tal, es el apoyo de una comunidad a esa idea. Lo anormal es delirante, lo normal o aceptado es una genialidad.... ¿dónde está la frontera?

¿Y qué ocurre cuando una comunidad apoya esa idea? Eso sucedía en el cuento de Handersen y en esta película, cuando ese delirio se vuelve real gracias al apoyo de todos, a su aceptación, por lo que pasa a ser algo normal y habitual (de hecho la muñeca pasa a tener vida propia en la comunidad).

Y en este punto yo me pregunto... ¿y no es eso lo que hacemos constantemente desde que el hombre es hombre? Viendo la película de Ágora me choca la argumentación de Hipatia en la que, golpeando el suelo y con absoluto arrobo pregunta ¿y cómo os sentís al pensar que estais ahora mismo pisando el centro del Universo? A lo largo de los siglos las creencias han ido cambiando, desde una tierra plana a una redonda (achatada por los polos, vale), desde ser el centro del Universo a girar alrededor del Sol, y así tantas y tantas creencias que han sido manifestadas, rechazadas, apoyadas, refutadas, demostradas una y mil veces.

Y el punto clave en todo ello es alcanzar la masa crítica: un número suficiente de personas que apoyen esa idea y la tomen como cierta, y eso hace cambiar el paradigma en el que basamos nuestra realidad, y pasa a formar parte de las famosas Leyes que rigen nuestro Universo... es curioso, sin embargo, que nuestras leyes siempre vayan un paso por detrás de la observación, es decir, que nos quedamos cortos para explicar aquello que aún no hemos observado, y que no por ello es inexistente, pero ese es otro tema...

Y volvemos de nuevo a la película y a la habilidad que tiene el protagonista para resolver un problema: su falta de afecto, a través de algo aparentemente externo a él y que él maneja, la muñeca, ya que en un principio sólo él es capaz de hablar con ella y saber lo que quiere. El conflicto nace cuando ese delirio pasa a ser del dominio de todos, y todos pueden hablar a través de la muñeca. Los humanos tenemos la habilidad de poner en boca de los demás aquello que queremos decir: "así que piensas que estoy gorda", "no, cariño, yo no he dicho eso" (este es un ejemplo clásico).

Si le doy una vuelta más de tuerca a esta película, me hace pensar que en realidad todos creamos ilusiones y delirios en los que hacemos partícipes a los demás, de forma voluntaria o involuntaria. Pongamos un ejemplo: ¿y si la muñeca hubiera sido una farsante, una mujer contratada para hacerse pasar por su novia? Al estar dentro de lo establecido (una mujer de carne y hueso), todo el mundo hubiera aceptado a la primera el engaño. Así que al final no depende tanto de lo que contiene el paquete, sino de cómo se presenta.

Y ya por último, ¿qué ocurre si todos somos creadores y participantes inconscientes en los delirios de todos? ¿Y si en realidad vivimos en un enorme y complicado delirio? Somos seres creativos, creamos situaciones, nos recreamos en ellas e invitamos a otras personas a participar, como en un teatro a pie de calle. Si aceptamos, entonces es posible que incluso podamos escribir algunas frases del guión: es un delirio activo y común. Es más difícil cuando participamos en un delirio individual, en el que todos los demás vemos que se ha hecho una idea de la situación y no hay manera de hacerle cambiar de opinión: "yo sé que me engaña", "pero ¿tienes pruebas de ello?", "no, pero lo sé". La convicción es tal que se convierte en nuestra realidad: son las creencias autoproféticas (esto no niega que en algunos casos, la persona engañada sí tenga pruebas, pero a un nivel subconsciente: un olor, un rastro, un cambio de conducta...).

Parecía una simple película, y estoy segura de que aún seguiré dándole vueltas, hay tantas señales....

24 de marzo de 2010

Magia (un clásico)



Aun así, sabiendo que hay truco, no deja de ser asombroso como se pueden engañar los sentidos para que crean algo que no es ¿verdad?

El dueto de las flores (Opera Lakmé) - Leo Delibes



Sous le dôme épais
où le blanc jasmin
A la rose s'assemble
Sur la rive en fleurs
riant au matin

Doucement glissons
De son flot charmant
Suivons le courant fuyant
Dans l'onde frémissante
D'une main nonchalante
Viens, gagnons le bord,
Où la source dort et
L'oiseau, l'oiseau chante.

Sous le dôme épais ou le blanc jasmin,
Ah! descendons
Ensemble!

Sous le dôme épais où le blanc jasmin
A la rose s'assemble
Sur la rive en fleurs riant au matin
Viens, descendons ensemble

Doucement glissons de son flot charmant,
Suivons le courant fuyant
Dans l'onde frémissante
D'une main nonchalante
Viens, gagnons le bord
Où la source dort et
L'oiseau, l'oiseau chante.

Sous le dôme épais ou le blanc jasmin,
Ah! descendons
Ensemble!

23 de marzo de 2010

Tell him (Barbra Streisand & Celine Dion)

Im scared

So afraid to show I care
Will he think me weak
If I tremble when I speak

Oooh
What if
Theres another one he's thinking of
Maybe hes in love
Id feel like a fool
Life can be so cruel
I dont know what to do

I've been there
With my heart out in my hand
But what you must understand
You can't let the chance
To love him pass you by

Tell him
Tell him that the sun and moon
Rise in his eyes
Reach out to him
And whisper
Tender words so soft and sweet
Hold him close to feel his heart beat
Love will be the gift you give yourself

Touch him (oooh)
With the gentleness you feel inside (I feel it)
Your love cant be denied
The truth will set you free
Youll have whats meant to be
All in time youll see

Oooh
I love him (then show him)
Of that much I can be sure (hold him close to you)
I dont think I could endure
If I let him walk away
When I have so much to say

Tell him
Tell him that the sun and moon
Rise in his eyes
Reach out to him
And whisper
Tender words so soft and sweet
Hold him close to feel his heart beat
Love will be the gift you give yourself

Love is light that surely glows
In the hearts of those who know
Its a steady flame that grows
Feed the fire with all the passion you can show
Tonight love will assume its place
This memory time cannot erase
Your faith will lead love where it has to go

Tell him
Tell him that the sun and moon
Rise in his eyes
Reach out to him
And whisper
Whisper words so soft and sweet
Hold him close to feel his heart beat
Love will be the gift you give yourself

Oooh
Never let him go



Tengo miedo

Mucho miedo de demostrar que me importa
¿Él creerá que soy débil?
Si tiemblo cuando hablo

Oooh
¿Qué pasaría si
hay otra en quién él esté pensando?
Tal vez él esté enamorado
Me sentiría como una tonta
La vida puede ser tan cruel
No sé que hacer

Estuve allí
con mi corazón en la mano
Pero lo que debes entender
es que no puedes permitir que la oportunidad
de poder amarlo te pase de largo

Dile
Dile que el sol y la luna
Suben a sus ojos
Alcánzale
Y susurra
Tiernas palabras tan suaves y dulces
Mantenlo cerca para sentir latir su corazón
El amor será el regalo que te des a ti misma

Tocarlo (Oooh)
Con la suavidad que sientes adentro (lo siento)
Tu amor no puede negarse
La verdad te hará libre
Tendrás lo que tenga que ser
Todo a su tiempo, ya verás

Oooh
Lo amo (Entonces demuestraselo)
De esto puedo estar segura (Tenlo cerca de ti)
No creo que pudiera soportar
Si le dejo marchar
Cuando tengo tanto para decir

Dile

Dile que el sol y la luna
Suben a sus ojos
Alcánzale
Y susurra
Tiernas palabras tan suaves y dulces
Mantenlo cerca para sentir latir su corazón
El amor será el regalo que te des a ti misma

El amor es una luz que seguro resplandece
En los corazones de aquellos que lo conocen
Es una llama firme que crece
Alimenta el fuego con toda la pasión que puedas mostrar
Esta noche el amor asumirá su lugar
Este tiempo de recuerdo no se puede borrar
Tu fe llevará al amor donde tiene que ir

Ohhhh
Nunca lo dejes ir

Vivir en el proceso

Una enfermedad es un suceso, una posibilidad más en el océano de combinaciones en el que nos hallamos inmersos. Y como todo suceso tiene una razón de ser, un proceso que debe seguir para extraer todo el jugo de la experiencia. La enfermedad es una alejamiento del bienestar, una forma provocativa de afrontar los fenómenos que se producen a niveles más sutiles. A veces puede resultar un grito, una llamada y otras veces una bendición. La enfermedad nos desarma de nuestros mecanismos habituales, y nos da la fortaleza de lo nuevo, porque nos obliga a asumir su presencia, queramos o no.

¿Qué podría significar pasarme toda la noche resolviendo expedientes? Eso es lo que estuve haciendo anoche. Tengo claro que es un símbolo de alguna otra cosa, y tan necesaria era esa acción que de la noche a la mañana he enfermado, con tal grado de fiebre que por más que quisiera no podía seguir trabajando. Necesitaba volver y terminar lo que había empezado durante la noche. Se podría decir que ya estaba enferma y que ese sueño era el producto del desvarío de la fiebre, pero tiendo a pensar que la enfermedad es un signo, no la causa.

A un nivel sutil exploramos, cuestionamos, decidimos, resolvemos, sin que seamos conscientes de ello. Y en este caso era importante cerrar temas que tenía abiertos, clasificar y archivar en las carpetas del pasado, poner en orden la oficina de mi mente y de mi alma. ¿Qué saldrá de todo esto? No lo sé. pero es importante vivir el proceso y respetarlo. Como dijo Shakespeare, "hay más cosas entre el cielo y la tierra, Horacio, que las que sospecha tu filosofía".

El caserón


- !Soooooooooooooooooo! - Tirando fuertemente de las riendas consiguió el cochero detener a los nerviosos caballos que relinchaban y piafaban, sus ojos desorbitados y alertas. El viento aullaba entre las copas de los árboles, enviando mensajes poco halagüeños en esa noche cerrada. - !Venga, bájense ya! - Los caballos intentaban escapar de allí cuanto antes y eso dificultaba el que los ocupantes del carruaje pudieran descender con seguridad. La portezuela estaba abierta y golpeaba sin cesar en el costado. Al final decidieron saltar, mientras el cochero soltaba las cinchas que sujetaban su equipaje a la parte trasera. - !A buena hora les dije que les traería hasta aquí! Recen todo lo que sepan, porque lo van a necesitar - Y sin más despedida retomó las riendas y se alejó a toda velocidad, dejando a los dos jóvenes a merced de los elementos.

Un tirador hacía las veces de llamador, y después de golpear sonoramente varias veces, una luz apareció en la ventana superior, y una vaga sombra se asomó por el quicio de una ventana entreabierta.

- ¿Quién vive? ¿Quién anda por ahí? - Una voz trémula, femenina, gastada ya por los años respondió a la llamada.

- Somos nosotros abuela, déjanos entrar. - Cogiendo las bolsas de ambos, Jaime empujó la puerta que cedió ante su fuerza. Dentro se podía oler el rico estofado de liebre que era la especialidad de Matilde, la anciana que les acogió con sonoros besos a cada uno.

- ¿Pero porqué no avisasteis de qué veníais? Hubiera parado todo el montaje del bosque lúgubre.- La mujer acarició con ternura las mejillas de su nieto mayor, que le sonrió con devoción.

- ¿Y perdernos ese efecto que has logrado con el viento? - Jaime rió a carcajadas - Si hubieras visto la cara de pánico del cochero cuando han empezado los aullidos... Por Aysha te prometo que cada vez es mejor el montaje. Seguro que nadie se acerca por aquí.

La anciana se acercó a la chimenea, y del puchero al fuego extrajo dos generosas raciones que les sirvió en platos de plata. Eran sus nietos mayores, su orgullo, los últimos de una casta extraordinaria.

19 de marzo de 2010

El fin de una crisis

Una crisis, tanto personal como social, nos indica que ese camino ha llegado a su fin, y que es el momento de innovar, de usar nuestra creatividad e imaginación para crear algo nuevo y diferente. No somos los mismos que creamos esta situación porque ya hemos cambiado, ahora solo nos queda buscar la manera de expresar ese nuevo ser, esa nueva sociedad que ahora somos.

Entre todos podemos.... una sociedad es creada por cada uno de sus individuos, los que creen en ella y los que no, los que hacen y los que deshacen, los que fluyen y los que se estancan, los que se pasan el día luchando y los que se lo pasan recogiendo. Todos tenemos nuestro granito de arena.

Es el momento de descubrir qué sociedad queremos para el 2012.

16 de marzo de 2010

Sin rostro (1)

- Vamos Gloria, que siempre estás en las nubes, ya no sé que hacer para llamar tu atención.

Es una buena amiga, tiene paciencia conmigo, pero no quiero que sepa que soy diferente. Así que asiento y me disculpo. Es más fácil así. Prefiero pasar por despistada, olvidadiza, soñadora, tímida, antes que contarle a nadie lo que realmente me sucede. Después de muchos años he desarrollado ciertas estrategias que me ayudan, y aún así siempre hay alguien descontento.

- Esta noche no tienes excusa, he organizado esta cena para que conozcas a algunos amigos de Juan, "todos solteros". No se va a notar, porque también he invitado a una pareja de chicas, conocidas de Carlos, que se "entienden", tú ya me entiendes... jajaja, "entienden"-entiendes... ¿lo has pillado?

He dicho que es una buena amiga, no que tenga muchas luces.... Por supuesto le agradezco el esfuerzo que está haciendo por encontrarme novio. "Es que ya te toca, guapa, que a este paso voy a tener que organizar una rifa para que alguien te compre".... tampoco he dicho que fuera muy diplomática, pero a mi me vale, al menos sé lo que piensa en cada momento, algo muy importante para mi.

Llegamos a mi casa, y nos vamos directas a mi armario. Por suerte Maica es de las que habla continuamente, y por su tono de voz puedo conocer otros matices que tendría que poder ver en su cara.
- !Por Dios Bendito! pero.. ¿de dónde has sacado estos trapos? !Ni que hubieras asaltado una ONG!
- Elige lo que quieras, yo me lo pondré y ya está.

Cuando me miro al espejo no me reconozco a mi misma... en realidad no sé como soy, así que no sé si soy guapa o fea. Tampoco sé como son los demás, así que tampoco es tan importante. A veces consigo captar lo que creo que es un ojo, o los labios, pero poco más, y de poco sirve, al menos para saber con quien estoy hablando.

Mi estrategia para ello es adelantarme y saludar a quien sea que note que me está mirando. Es curioso como se desarrollan los demás sentidos, y hay una sensación extraña en mi estómago cuando alguien me mira. Y si me equivoco de persona siempre está esa coletilla tan útil: "vaya, pues te he confundido con otra persona que se parece mucho a ti"... si supieran lo irónico de esa respuesta....

Después de probarme varias combinaciones de prendas, Maica se queda satisfecha con un vestido corto de un tono tierra, y unos zapatos de tacón que apenas uso. Las cenas y reuniones sociales son mi particular pesadilla, estoy más cómoda en pequeños grupos, pero es la forma de poder conocer gente nueva.... algo que odio cordialmente. Si no fuera por amistades bienintencionadas como Maica, no saldría jamás de mi casa. Por suerte, he conseguido trabajar desde mi portátil, aposentada en el sofá gastado y cómodamente instalada con mis pantuflas y mi mantita,  y el correo, el chat y el messenger son mis grandes aliados. A mi me da igual que mis amistades no tengan webcam, a no ser que se muestren de cuerpo entero, petición que levantaría muchas sospechas.

De nuevo he caído en la trampa, una de tantas de las que Maica me prepara a menudo. Esta supuesta reunión de amigos se ha convertido, sin saber muy bien cómo, en una fiesta, en la que a primera "vista" no conozco a nadie. Si fuera así, respiraría tranquila, con saludar a todo el mundo podría respirar tranquila. El problema empieza cuando hay alguien a quien se supone que conozco. Por eso tengo fama de retraída y tímida, porque tengo que esperar a que se aproximen a mi y me digan algo para poder reconocerles.

- Gloria, cariño....- cuando Maica me llama "cariño", la temo. - Te presento a Miguel, un compañero de Juan ¿no te he hablado de él? Creo que hareis buenas migas, también es aficionado a la lectura, como tú...!bueno, aficionado es poco! Tiene la casa repleta de libros, ¿no, Miguel?¿eres coleccionista o algo así?

El pobre Miguel acaba de ser atrapado en la red casamentera de la Reina Araña Maica, porque si ella considera que es adecuado para mi, no parará hasta conseguir que tengamos una cita. Carraspea levemente.

- Yo no diría tanto, aunque es verdad que me gustan mucho los libros y la lectura, especialmente la literatura de la Edad Media. Por cierto, Maica, ¿conoces a Fernando de Rojas? tengo un ejemplar profusamente ilustrado de la Celestina, de finales del siglo XV, que estoy seguro de que te encantaría.

No puedo evitar reirme a carcajadas ante esta indirecta sutil, y aunque ahora mismo daría un riñón por poder ver la cara de "no sé de qué narices me hablas" de Maica, me conformo con sus torpes balbuceos.

- Bueno, ya veo que sois tal para cual, os dejo solos para que charleis. - Hacía mucho tiempo que nadie descolocaba a la perfecta Maica, y sólo por eso este encuentro resultaba prometedor.

(continuará)

15 de marzo de 2010

Kamasutra informático

No me he podido resistir a unas imágenes tan sexys ^^.

12 de marzo de 2010

Una cuestión de actitud



Justo cuando creemos que hemos tocado fondo, que ya nada puede ser peor, que jamás saldremos de ésta, que estamos hundidos... basta con dar un paso más, y otro, solo un paso cada vez, con convicción, con decisión, y todo cambia, porque nuestra actitud ha cambiado.

de Fringe (cap 2x11)

"(El Dr. Bishop viaja en el coche con la agente Fansworth camino de Edina)
- A finales de los 70, el ejército se obsesionó por encontrar una nueva manera de camuflar a los soldados. Empezaron el experimento con pulsos electromagnéticos.
- ¿Cómo camuflaje?
- Oh, sí. Los ojos convierten la energía electromagnética en algo que el cerebro puede comprender. Así es como funcionan las visiones. Bien, el ejército creyó que si podían generar un pulso electromagnético masivo, podrían efectivamente aumentar el nervio óptico, y a la frecuencia correcta hacer a los soldados invisibles al ojo desnudo.
- ¿Y tú asesoraste en ese proyecto?
- Brevemente. Fué después de que me fuí que ellos descubrieron que la exposición prolongada al pulso tiene un efecto secundario horrible. Un transtorno genético incurable. Y esta polilla y el hombre deforme son las víctimas, o los hijos de las víctimas de ese experimento.
- Entonces, ¿cómo explica eso su habilidad para transformarse, Walter?
- Aquí, para aquí. (El coche se detiene bajo la señal que indica la entrada a la población de Edina). Ven, ven, deja las luces encendidas.
- !Walter! ¿qué estás haciendo? (Walter observa la polilla que transporta dentro de un tarro de cristal)
- Ah! ¿Qué ves?
- Veo la polilla
- Ven aquí, por favor (cerca de la señal la polilla se transforma en una hermosa mariposa de alas azuladas), y ahora ¿qué ves? Un amigo mío escribió una vez que una tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia
- ¿Cómo lo hace?
- No lo hace. La polilla y el hombre no cambian en nada. Lo que cambia es nuestra percepción sobre ellos."

No es necesario un pulso electromagnético para cambiar nuestra percepción sobre las cosas, basta cambiar nuestras creencias, nuestras emociones, y algo deforme, feo y desagradable puede convertirse en algo adorable y entrañable. Es nuestra percepción sobre los demás y sobre lo que nos rodea lo que hace que sean algo horroroso o algo hermoso, y esa capacidad es inherente al ser humano, una capacidad que podemos entrenar, potenciar y elegir.

11 de marzo de 2010

¿Una cuestión de valores, de educación o de genética?

Estaba esperando a una amiga en un bar de copas, y el verdor estridente de la pantalla me llamó la atención. Esta noche jugaban el Real Madrid contra el Lyon, disputándose la Champions. En ese momento el marcador permanecía inalterado, y algunos de los presentes observaban de reojo, seguramente porque no era precisamente el fútbol lo que más les interesaba. Al cabo de unos minutos hubo una pequeña exclamación de alegría y miré inconscientemente hacia la pantalla: el Real Madrid había marcado un gol (de Ronaldo Cristiano, yo no entiendo de fútbol pero el nombre me pareció curioso y se me quedó en la memoria).

Supongo que para los entendidos, la Champions es una ocasión importante, donde los equipos españoles tienen la oportunidad de medir sus fuerzas ante equipos de otros países. Estando en Madrid para un curso el año pasado, ocurrió un acontecimiento de esos difíciles de creer, ya que por primera vez un equipo español conseguía el triplete: la Liga, la Copa y la Champions, algo que hasta la fecha sólo otros cuatro equipos habían logrado en la historia. Y en esta ocasión el triunfo del Barça fué celebrado a bombo y platillo. Recuerdo que pensé que para ser las tres de la mañana había tanta gente en la calle como si fuera hora punta, y a pesar de no ser seguidora, ni de interesarme el fútbol, me sentí orgullosa de que un equipo español hubiera conseguido algo tan meritorio.

Volví a escuchar un vitoreo de alegría, esta vez más pronunciado, que me sacó de mis meditaciones, y pensé que el Real Madrid habría marcado otra vez, pero no... marcó el Lyon. Y ahí pasé a no entender nada. Mientras observaba con curiosidad las reacciones de los que permanecían atentos a la pantalla, empecé a hacerme preguntas: ¿era una cuestión Real Madrid - Barça? Eso parecía al menos, en la que no importaba el que ambos fueran equipos del mismo país, sinó que el Real Madrid NO ganara el partido y quedara eliminado.

Esa pregunta me llevó a otra de más trascendencia: ¿qué valores fomenta el deporte?

El que haya competición en cualquier deporte, incluso en uno de equipo, es una característica inherente, y a la vez provechosa, ya que nos impulsa a superarnos a nosotros mismos, a ir más allá de nuestros límites concebidos, con deportividad, con aceptación de la derrota si ésta se produce, con alegría cuando lo conseguimos .

Otra cuestión muy diferente es la competitividad, en la que se lleva a un extremo esa faceta del ser humano. Y eso es lo que estaba viendo, una muestra de competitividad, en la que alguien se alegra de la desgracia o la caída de los competidores (también llamados "contrarios", aunque dada la efusividad de las muestras casí hubiera tachado de "enemigos", y eso me recuerda el dicho que reza: "no hay mejor enemigo que el enemigo muerto", aquí supongo que se aplicaría "derrotado" en lugar de "muerto").

Los minutos transcurren y veo casi muestras de angustia en algunos rostros, esperando a que el marcador señalice el final del encuentro. Y ahí llega... y con ello las muestras de satisfacción, abrazos, palmaditas, incluso algunos gestos de "que les den". Me doy cuenta de que quizá, entremezclada con el deporte hay una cuestión aún más insidiosa, relativa a un enfrentamiento cultural que dura ya unos siglos: Cataluña versus Madrid, y que es posible que ello haya filtrado en algo aparentemente inofensivo como es el fútbol. No parece lógica esa satisfacción ante la derrota de un equipo si no hay alguna otra problemática que está encontrando salida en un evento deportivo. Y ahí entra la educación, la política, el reiterado uso de la descalificación de unos y de otros como forma de "ganar", cuando lo único que se consigue es "perder" la poca credibilidad que pudiéramos tener a cualquier nivel.

Quizá muy en el fondo aún podríamos encontrar una razón más profunda, arraigada en nuestro código genético, relacionada con la supervivencia del más fuerte. Aquel que tenía la fuerza, el que conseguía la comida, el que creaba tribu con sus descendientes, era el mejor considerado. Pero eso tenía un coste...

Viendo las reacciones que me rodean me pregunto si esos valores, esa educación o la genética, arrastrados durante tantas generaciones, siguen teniendo validez hoy en día, si quizá hemos visto ya los extremos a los que podemos llegar como seres humanos promoviéndolos, y si no es el momento de detenerse un instante y decir: "espera, espera... ¿son éstas las únicas opciones que tenemos?"

La respuesta está en manos de todos.

5 de marzo de 2010

La barca

(Imagen cedida por José Luís - Uris)

No sé qué día es hoy, supongo que uno más que ayer. Mis pasos me llevan de nuevo a la orilla donde el viejo barco ve pasar los días, encallado en la arena, dejando que la herrumbre se adueñe de todos sus rincones. Está tan encallado como mi vida, presa ya de la inmovilidad de las algas de la edad, y el moho del tedio.

Aquí paso muchas horas, quizá con la esperanza de que en cualquier momento suba la marea y mi vida se mueva, que pueda partir mi alma a otros puertos. Estoy cansado, mis piernas flaquean ya pero no mi ánimo, que sigue vivo.

Al menos sé que cuando llegue a mi rincón todo estará como siempre, las mismas cuerdas, las mismas barcas, el mismo ángulo de inclinación... una vez lo medí, eran exactamente 38 grados. Es de esas curiosidades que no sirven para nada pero que se vuelven imprescindibles una vez que la idea cruza por tu mente.

Encuentro cierta tranquilidad en saber que el paisaje permanece tal como lo dejara ayer, y que seguirá igual mañana. A veces necesitamos que nuestra vida se envuelva en una burbuja atemporal, alejada de los envites del cambio, que una y otra vez choca como las olas en el casco de nuestras emociones, nuestras vivencias.

Cuando me siento en mi roca de siempre, noto que algo ha cambiado, aunque no sabría decir el qué. Miro atento cada rincón de esta imagen ya grabada en mi corazón, hasta que por fin encuentro la nota discordante: un nido en la parte alta de la cabina del barco. Me acerco sigilosamente, por no perturbar a cualquier avecilla que pudiera estar incubando y cual es mi sorpresa al ver, en lugar de huevos, una llave.

Esto no tiene sentido. Miro alrededor por si resulta ser una broma de algún niño, pero la playa está desierta, como siempre. Es una llave peculiar, como hecha de piedra y me pregunto qué puede abrir algo así. La respuesta no se hace esperar. El nido de ramitas, musgo y hojas secas se aposenta sobre una caja de madera, parecida a un cofre, y la curiosidad puede más que mi sorpresa. Pruebo la llave, que encaja perfectamente. En su interior hay un papiro enrollado, atado con una cinta roja. Con dedos trémulos desentraño el contenido, reconociendo al instante la letra con la que está escrito...

"Cariño,
Cada mañana dejas mi lecho muy temprano para pasar las horas en tu playa particular, en tu mundo particular, allí donde por última vez tu sonrisa nos acompañó. Sé que estás aquí, puedo sentirlo, y aunque ya no pueda escuchar tu voz, tu memoria sigue viva en mi, cada roce de tus manos, cada mirada de ternura, cada risa, cada lágrima.

Te fuiste antes de que pudiera decirte que María está embarazada, que muy pronto seremos abuelos, y que cuando eso ocurra, vendremos a verte aquí, a tu playa, donde veíamos ponerse el sol, unidas nuestras manos. Lucho cada día por levantarme de la cama, pero se hace duro sin tu mano tendida, sin tus palabras de aliento. Sé que el mar cuida de tí, como siempre lo hizo, incluso ahora que ya no estás entre nosotros.

Te quiero mi amor, espérame, muy pronto estaremos juntos.
Laura"

El papel cae lentamente deslizándose entre mis dedos. Miro a mi alrededor, este lugar es el único que recuerdo, no hay más imágenes en mi memoria, excepto ahora la imagen de Laura, mi mujer. Ahora entiendo porqué no siento el tiempo pasar, porqué todo sigue igual. La playa sigue cambiando, pero yo ya no, por eso no soy capaz de verlo. Vivo en mi recuerdo, porque esa es mi idea del cielo: una playa tranquila, un barco encallado donde mi vida terminara, un mar que me trae murmullos de los vivos.

Te esperaré Laura... eternamente.

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