Muy bien, intuyes que a esa persona le gustas, o al menos que le caes bien, pero tú te mueres por un beso suyo, ¿cómo saber si esa otra persona quiere? Un beso inoportuno o a destiempo puede echar por la borda toda la buena impresión que tuviera de ti en un principio. Así que hay que ser a la vez cauto y arriesgado, un tira y afloja que hay que saber llevar.
Preparando el terreno
Para que alguien quiera ser besado o besarte, debe sentirse a gusto contigo, así que lo primero es crear un entorno adecuado. Yo te recomendaría un lugar privado, apartado de miradas indiscretas que podrían incomodar a la otra persona, y lo que es peor, las interrupciones inesperadas. Vas a necesitar toda tu concentración y toda su atención para que se produzca el momento adecuado.
El arte de la conversación del que hablaba en una primera entrega, es más importante de lo que parece. Si una persona se siente conectada contigo, si siente que fluye, esto se produce en todos los niveles, lo que puede facilitar el acercamiento. Si la haces reir, se generan endorfinas, y un estado de bienestar, distendido y positivo. Se amable, atento, entusiasta, busca aquellos temas en los que se sienta estimulada.
Ten en cuenta que un beso es un acto íntimo, es compartir el espacio de una persona, su piel, su respiración. Préstale atención, en ese momento nada más debería importarte que esa persona, lo que diga, la expresión de su rostro y de sus manos. Fíjate en aquello que te parezca atractivo, su mirada, su boca, su forma de jugar con el pelo, su sonrisa. Tampoco la mires fijamente, o se sentirá molesta. Se trata de ir despacio, una aproximación gradual, con respeto y delicadeza.
La aproximación
Acortar las distancias es lo que te dará un indicador más claro de si está preparada para ese paso o no, pero ¿cómo acortar distancias sin que parezca que te le echas encima? El baile es una buena forma de estar muy cerca de otra persona, y es el momento de acostumbrarse a su tacto, acariciar sus brazos, la espalda, el cuello, de forma lenta, disimulada, pero consciente. Se dará cuenta siempre que no te dediques a sobarla.
¿Se mantiene esa distancia corta o ella se aparta? Si se aparta es que ese grado de proximidad es demasiado incómodo aún, tienes que ganarte su confianza. Se cree que la seducción es algo relegado al pasado, que pertenece al género de las novelas románticas, pero quien practica este arte tiene muchas más posibilidades de conseguir ese beso que quien no las practica.
Si no consigues bailar con esa persona, hay otras formas, como coger su brazo para preguntar la hora, quitarle algo del pelo, colocar bien un pliegue de la ropa, sentarse en sus rodillas o dejar que se siente en las tuyas, incluso un abrazo un poco más prolongado. Necesita acostumbrarse a tu contacto, a tu proximidad antes de permitirte llegar más allá ("entonces de sexo ni hablamos, ¿no?" jejeje).
Una vez que esa persona está cómoda teniéndote cerca, que ya puedes cogerla del brazo, o de la cintura durante un buen rato, es cuando puedes acercarte un poco más. Ahora se trata de que tu rostro esté cerca del suyo, apoyando tu barbilla en su hombro, o tu mejilla en su mejilla al decirle algo al oído, o de prolongar los besos en las mejillas al saludarla. Asegurate de que tus manos están lejos de cualquier parte que pueda considerarse sexual en esta fase.
El precalentamiento
Si ya consigues esa corta distancia con una sonrisa por su parte, o incluso tímidez en algunos casos, es el momento de preparar el beso. Míra sus ojos y sus labios alternativamente, pero no como si fuera un partido de tenis. Acaricia su mejilla, o su cuello, o su pelo, mientras te mantienes muy cerca de ella. Si al mismo tiempo conversas con ella, y ríes, y ella se ríe, se relaja, y tiene que estar más pendiente de lo que dices que de lo que haces. Puedes susurrarle cosas al oído, como si fueran secretos, y rozar con tus labios el lóbulo de su oreja o el cuello. Puedes hablar cerca de su boca, casi como si fueras a besarla pero sin llegar a hacerlo. Si ella permanece en el mismo sitio y no se aleja, es una buena señal.
El beso
Ha llegado el momento. Los labios húmedos pero no mojados, la aproximación lenta, y el primer contacto con sus labios ha de ser suave, más como una caricia, un roce, que un beso. Observa su reacción, si responde al beso, si al retirarte un poco te sigue, es que quiere más. Si se retira hacia atrás es que no quiere más, es suficiente o simplemente no quiere que la beses. No sigas tus impulsos, sigue las señales. De nada sirve que te lances sobre su boca si ella no lo quiere, simplemente estropearás el momento. Más vale quedarse en este punto y seguir profundizando en conocerla y más adelante puede que haya otra oportunidad.
Si todo va bien, y ella permanece cerca de tu boca, usa besos pequeños, lentos. Puedes besar la comisura de su boca, el labio inferior, el superior, incluso puedes besar su rostro antes de volver a sus labios. Ten paciencia, valdrá la pena.
La pregunta del millón: ¿cuándo puedo dar un paso más y usar la lengua? Cuando ella lo permita, y lo notarás porque entreabre sus labios. No intentes meter la lengua a la fuerza, es de lo más desagradable, alguien explorando tu boca y sin permiso, sólo conseguirás que se aparte. En cuanto ella separe los labios puedes rozarlos con tu lengua, mientras sigues con los besos, puedes incluso mordisquear levemente su labio inferior, o succionarlo un poco, es menos agresivo que la lengua dentro de su boca, y te dará una idea de si vas bien. A partir de aquí, espera a sentir que ella también participa del beso, y entonces podrás besarla de forma apasionada (recuerda: pasión no significa empalar a nadie, ni llenarlo de babas, ni succionar su cara, ni rebañarlo como si fuera el bol del helado).
El final del beso
Terminar bien es casi tan importante como empezar bien. Mientras la estás besando es el momento de acariciarla, pudiendo ser más o menos atrevido en función de como vaya respondiendo ella. Es FUNDAMENTAL estar en todo momento atento a sus reacciones.
Una buena forma de terminar es igual que has empezado, con pequeños y suaves besos, incluso por el cuello, o la cara para mantener la proximidad sin parecer que vas a devorarla allí mismo (!a no ser que ella se lance a tu cuello!). Que la hayas besado una vez no significa que quiera seguir besándote, así que asegúrate antes de volver a hacerlo o te harás pesado.
Aquí te dejo algunos ejemplos muy visuales de lo que NO se debe hacer en un beso, y una imagen vale más que mil palabras (sobretodo cuando el video está en inglés)
Por último, si el beso no funciona, no te preocupes, existe algo llamado química que supera a los mejores besadores, porque un beso es la puerta de entrada, la llave para un encuentro más íntimo, y es un indicador bastante claro de como es vuestra personalidad. Si no hay compatibilidad entre vosotros, el beso se encargará de decirlo.
NOTA: Dejo para otro post los tipos de beso, que también tiene su gracia.
NOTA: Dejo para otro post los tipos de beso, que también tiene su gracia.
1 comentario:
Shhhhh Ester, soy Iñaki. Me he venido hasta aquí atrás para poder darte un beso sin que nadie nos vea. Muaaaaaakkkkk. (Esto de escribir así los besos me lo enseñó BlueMoon, que es muy aficionada).
A mí me gusta mucho esa sensación previa al beso en la que, después de ese acercamiento dubitativo y nervioso, en esa lucha entre atreverse y no atreverse, cuando uno ya es consciente (casi del todo)de que el beso se va a producir, los dos optan por demorarlo, casi besándose antes con la intención que con los labios... y entonces las miradas juegan cómplices, y se disfruta la intimidad del beso antes de que se produzca, ganándoselo aún un poquito más, hasta que ya casi está... aún más cerquita... se paladea la humedad, la lengua juega entre los dientes, se fusionan los alientos... y nos besamos al fin.
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