¿Qué es el sufrimiento? Ver las cosas como son y no aceptarlas. Nos aferramos a lo que eran, o a lo que quisiéramos que fueran y no son, e intentamos construir la realidad a nuestra imagen y semejanza, pero ¿a imagen de quién? Ahí entramos en el terreno peliagudo. ¿Cúal de todas las voces que integran nuestra personalidad está hablando en cada momento? Eso determina la calidad de nuestras decisiones.
Si habla mi aspecto crítico, nunca nada será suficiente para mi, ni siquiera yo misma. Si habla mi aspecto desvalido, cualquiera será suficiente, incluso los que no me convienen. Si habla mi aspecto paternal, todos sufrirán el paso de un filtro estricto, y así indefinidamente, ya que nuestra complejidad es inagotable.
¿Qué es lo que necesito? En una palabra: AMOR. Empezando por mi misma y terminando en....el infinito y más allá, ¿para que ponerle fronteras? ¿Es posible amar a todo y a todos? Amar en sentido amplio, es posible, en un sentido estricto nuestro amor se concentra, igual que nuestra perspectiva, en una persona a la vez. Y estoy hablando de ese amor que nos quita el sueño, que nos desconcentra, que nos mantiene atados a la existencia y quehaceres de otra persona, un arrebato de sentidos y emociones que hace latir nuestros corazones.
¿Qué es lo que quiero? Amar y ser amada, con ternura, con entrega, con sinceridad, con plenitud, con intensidad, no pido un para siempre, solo un a menudo, que me complemente en mis afectos, porque cada clase de afecto es necesario y llena una parte de nuestro corazón.
¿Qué es lo que busco? Alguien con quien el tiempo se pare, con quien hablar sea un placer, con quien estar sea una experiencia mística, sentir que la conexión nos une, que nos envuelve una energía mayor que nosotros, en definitiva, que formamos parte de ese Universo, de todas las cosas. Sentirse así es sentirse en paz....con el mundo.....con uno mismo.
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