"- ¿Cree que Junuh puede ganar?
- Sí, si logra encontrar su auténtico swing.
- ¿Auténtico?
- Sí, dentro de todos y cada uno de nosotros hay un verdadero y auténtico swing, algo con lo que nacemos, algo que es nuestro y solo nuestro, algo que no se puede enseñar ni aprender, debemos mantenerlo vivo. Con el paso del tiempo el mundo puede robarnos ese swing, y queda enterrado en nuestro interior bajo todos nuestros "habría, podría, debería"... hay quien llega a olvidar cual era su swing.
....
- Sigue balanceando ese palo hasta que puedas sentir todo lo que te rodea, escucha los sonidos de la noche, sigue balanceando el palo hasta que formes parte de ese todo. Eso es bueno.
....
- No puedes hacer que la bola entre en el hoyo, tienes que dejarla entrar. Siente el palo, el peso del palo, siente la noche...
....
- Dicen que Dios es más feliz cuando sus hijos juegan.
...
- Creo que he encontrado mi juego.
- Buena noticia señor Junuh, ahora solo hay que averiguar qué juego es ese.
...
- Esto se está poniendo embarazoso.
- Oh, no señor, esto lleva embarazoso desde hace un buen rato. Permítame una sugerencia: ¿qué tal si la saca del campo? Cuélguela por encima de esos árboles hasta el mar. Bueno, haga lo que ha estado haciendo hasta ahora, así estará tan descolgado del partido que podremos relajarnos y disfrutar el resto del torneo.
- Sí (risitas)
- ¿A qué espera? Dele! Envíela al infierno, acabe con su sufrimiento.
(La bola es lanzada y cae en el mar, con el disgusto de todos los espectadores)
- ¿Quiere abandonar? Puede dejarlo y desaparecer, le diré a la gente que ha caído enfermo y no creo que nadie proteste demasiado. Es más puede que den botes de alegría si le ven abandonar.
- Sabe que no puedo dejarlo.
- Yo sí, quería saber que usted también.
...
- Déjeme a mi hablar con él. Señor Vance, creo que lo que el juez intenta determinar es cual es su estrategia para ayudar al pobre señor Junuh a encontrar su juego, porque diría que sabe usted tanto de la función de un cadi, como yo de conducir una locomotora.
- Oh, quieren conocer mi estrategia. Verán, mi jugador está algo confuso acerca de quien es, ¿saben? aún cree que es Ranuph Junuh.
- !Es que es Ranuph Junuh so majadero!
- Bueno... lo es y no lo es.
...
- Creo que es hora.
- ¿Hora de qué?
- De que vea usted el campo.
- ¿El campo? Ya veo el campo, pero tiene 445 metros con una pequeña bandera roja al final. Está a doce golpes delante de mi.
- No es eso. De haber visto el campo no habría estado dando hachazos a la bola como si estuviera cortando la hierba de su casa.
- ¿Quiere darme el palo?
- Lamento el comentario, siga dando hachazos.
-... De acuerdo ¿qué es el campo?
- Fíjese en Bobby Jones. Su balanceo previo es como si buscara algo. Lo encuentra. Se asegura de estar justo en el centro. Se concentra. Puede escoger entre muchas formas de golpear, únicamente hay un golpe que está en perfecta armonía con el campo. Un golpe que es su... auténtico golpe. Y ese golpe le va a elegir a él. Hay un golpe perfecto que nos elige a cada uno de nosotros y lo único que tenemos que hacer es despejarle el camino, dejar que él nos elija. Mírele, está en el campo. ¿Ve esa bandera? Es un dragón al que tiene que matar, pero si mira sin forzar la vista verá el lugar donde las mareas, las estaciones y el movimiento de la Tierra se reúnen. Todo lo que existe se vuelve uno. Ese lugar tiene que buscarlo con su alma, Junuh. Búsquelo con las manos, no piense en él, siéntalo. Sus manos son más sabias que su cabeza. Yo no puedo llevarle allí, sólo espero poder ayudarle a encontrar el camino. Está usted... esa bola... esa bandera... y todo lo que es usted. Ahi reside su auténtico ser.
...
- ¿Quiere usar otro palo Junuh?
- No puedo hacerlo.
- ¿Porqué no agarra más suavemente el palo? ¿sabe? un hombre se agarra a su palo igual que se agarra a las...
- No estoy hablando de eso.
- Lo sé.
- No, no lo sabe.
- Yo estoy hablando de un juego, de un juego que no se gana, solo se juega.
- Usted no lo entiende.
- No necesito entenderlo. No hay ni una sola alma en la Tierra que no lleve una carga que no entiende, no es usted el único, pero ya lleva demasiado tiempo cargando con esta. Siga adelante y suéltela.
- No sé como hacerlo.
- Tiene que elegir, puede andar o empezar.
- Empezar...
- ..a caminar...
- ¿hacia?
- Hacia donde ha estado siempre, y quedarse ahí, quieto, muy quieto, y recordar.
- Fué hace mucho tiempo.
- No, señor, fué solo hace un momento. Es hora de que salga de las sombras Junuh, es hora de elegir.
- No puedo.
- Sí que puede. Y no está solo, yo estoy con usted, siempre lo he estado. Vuelva a jugar, su juego, el único que solo usted puede jugar, el que se le concedió cuando vino a este mundo. ¿Preparado? Pues colóquese. Golpee esa bola Junuh, no se reserve nada, entréguelo todo, ahora es el momento, permítase recordar, recordar su swing, eso es, relájese, ahora es el momento Junuh."
Cada uno tiene su estilo de juego, y juega, buscando su lugar en el campo, aquella forma de golpear en cada momento que haga que la bola emboque, y para ello dispone de varios palos, y añade uno más con cada experiencia, y es un campo que no se termina hasta que se llega al último hoyo, y los obstáculos son siempre distintos, pero si encuentras tu swing, aquel que te hace uno con el campo, con el palo, con la bola, puedes hacer par o quedar por debajo, pero no hay duda de que siempre encontrarás la forma de hacer que tu bola entre.
